Ni la Dama de Baza era una diosa ni el radio te iba a hacer más bella en los años 50 ni Mata Hari era tan mala ni el poto de tu estantería te va robar el oxígeno; tampoco Mark Twain odiaba a los matemáticos ni la Educación es peor hoy que hace 30 años ni un alimento te va a salvar la vida ni en Inglaterra apareció el eslabón perdido. Nada de eso fue verdad; lo único real es que el sábado pasado, el público de Córdoba, y el que llegó desde otros puntos de España, volvió a recibir a “Las que cuentan la ciencia” con aplausos y risas durante las más de seis horas que duró el espectáculo organizado por la Universidad de Córdoba, en colaboración con la Fundación para la Ciencia y la Tecnología del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Fundación Maldita.es y The Conversation.
Con el patio el aforo casi completo, por el escenario del Teatro Góngora desfilaron las 23 divulgadoras invitadas por la Unidad de Cultura Científica de la UCO para desmontar viejas creencias y nuevas falsedades que circulan por la red, que estuvieron acompañadas por el equipo de signado del Área de Inclusión integrado por Azahara Naranjo e Inmaculada Sánchez. Presentado por Natalia Ruiz Zelmanovitch y con guion de la cómica Raquel Sastre, el espectáculo arrancó con “Las que cuentan” en el papel de adipocitos guiados por Boticaria García, que volvió a poner al público en pie a primera hora de la mañana. La primera parte del día acogió además a la neurocientífica Conchi Lillo, que echó por tierra muchas de las creencias sobre el envejecimiento neuronal; a la asturiana Teresa Valdés, que abrió el debate sobre el negacionismo climático; a la catedrática de la Universidad de Granada, Marga Sánchez, que volvió a desmontar el relato sesgado que el patriarcado ha hecho sobre el papel de las mujeres en la prehistoria; a la física Laura Morrón, que dejó alucinado al público con las aplicaciones que el material radiactivo llegó a tener a principios del siglo xx; a la informática de Deusto Lorena Fernández, que habló sobre la antropomorfización de la IA y a la chilena Gabriela Jorquera, que recuperó la historia del capítulo más oscuro del genocidio contra el pueblo gitano en la España del siglo XVIII. En la jornada de mañana actuaron además a las tres ganadoras del certamen “Las que contarán la ciencia” en la UCO: Lola Jiménez, Ahinoa Esparch y Ana María Blázquez, y la primera de las divulgadoras locales: María Dolores García, a la que siguieron por la tarde las también investigadoras de la Universidad de Córdoba Begoña Escribano, Mariana Buenestado y Aurora Ramírez.
Las charlas de la tarde arrancaron con Raquel Sastre escenificando un concurso televisivo en el que puso a prueba los sesgos y prejuicios del público a la hora de interpretar los datos sobre crímenes y continuó con la periodista ambiental Valentina Raffio explicando cómo el negacionismo climático usa las redes para atacar a quienes comunican las evidencias en torno a él. Susana Escudero desmontó uno de los grandes fraudes de la paleontología británica: el caso del Hombre de Piltdown; Gemma del Caño ofreció la receta sobre la desinformación alimentaria y Laura Morán desmontó la monogamia como presunta forma “natural” de convivir. Antes de echar el telón, el público pudo llevarse un manual práctico para desmontar bulos con la ayuda del equipo de verificadores de Maldita.es, de la mano de Rocío Benavente, y una explicación hilarante de Clara Grima sobre cómo las matemáticas explican la viralización de la mentira.
"Las que cuentan la ciencia" es una acción diseñada por el vicerrectorado de Política Científica, a través de la UCCi, que cuenta con la colaboración del Vicerrectorado de Igualdad, Inclusión y Compromiso Social, a través de la Unidad de Igualdad y el Área de Inclusión, y está contemplada dentro del XI Plan Anual de Divulgación Científica de la Universidad de Córdoba, aprobado por Consejo de Gobierno y cofinanciado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
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