El técnico superior en prevención de riesgos laborales y secretario de organización de FETE UGT-Córdoba, José Salmerón, aseguró hoy en el curso Organización y Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales de Fons Mellaria 2006, que "no se puede eliminar la siniestralidad totalmente; pero sí sería posible minimizarla adoptando las medidas oportunas y formando a los trabajadores". En esta línea, Salmerón aseguró que la mayoría de la siniestralidad que se registra en los puestos de trabajo se origina "no ante la falta de cualificación de los trabajadores, sino ante la falta de formación en materia de prevención de riesgos tanto genérica como específica en sus puestos de trabajo".

Por este motivo, Salmerón señaló que "es obligación del empresario formar a sus trabajadores, informarlos de los riesgos de su puesto de trabajo y facilitarle las medidas preventivas adecuadas". A este respecto reconoció que "aunque sería prácticamente imposible eliminar la siniestralidad; sí podría minimizarse".

Por otro lado, el Secretario de Formación de FETE-UGT Córdoba hizo referencia a la obligación del empresario a facilitar gratuitamente y con los medios adecuados al tipo de puesto del trabajador la vigilancia de salud más apropiada para el mismo.

Además, durante la jornadas Salmerón puso de manifiesto que "lo ideal sería que todos los trabajadores estuvieran formados en primeros auxilios"; no obstante, indicó que "la Ley sólo obliga a que la empresa tenga un plan de emergencia y evacuación en el que, en función del número de trabajadores que haya en la misma, determinado número de ellos estén formados en primeros auxilios".

En cuanto a los riesgos psicosociales, el secretario de formación de FETE-UGT-Córdoba explicó que estos riesgos se originan principalmente ante "la competitividad que se está generando en la sociedad actual en el seno de muchas empresas". En esta línea, Salmerón recordó que "el mobbing o acoso moral en el trabajo no sólo se origina entre el superior jerárquico y sus trabajadores, sino también entre los propios compañeros que se sitúan al mismo nivel; e incluso, puntualizó, desde niveles inferiores".

Por último, el ponente hizo referencia a la cada vez más frecuente detección de casos relacionados con el síndrome de burnout, conocido cómo "síndrome del quemado", que no deja de ser un estrés prolongado en el tiempo que se origina por las tareas del trabajador más que por su capacidad. Es decir, este síndrome se presenta en personas que inician su actividad laboral muy motivados y con muchas ganas de trabajar, principalmente trabajadores que tratan con personas (sanitarios, educadores), y se vuelcan, dándolo todo en su trabajo. Sin embargo, paulatinamente sienten un alejamiento entre esta dedicación y los resultados profesionales y personales que esperaban obtener con su actividad en un principio y, ante esta situación, sus expectativas se van mermando hasta que aparece este síndrome del quemado, manifestado en apatía, desilusión, falta de interés por la calidad en el trabajo etcétera; síndrome que, reiteró, "no tiene nada que ver conque el trabajador no esté cualificado para el desarrollo de su puesto de trabajo, que sí lo está; sino con las frustraciones que encuentra hasta desembocar en el síndrome de burnout".