Expertos del Hospital Reina Sofía de Córdoba han diseñado una novedosa fórmula de aplicación de la vacuna contra la alergia al veneno de las abejas. El nuevo modelo consiste en administrar varias dosis de la vacuna en una misma visita, con lo que se 'fuerza' al sistema inmume a responder de manera más inmediata. De esta forma, se acelera la aparición del beneficio terapéutico, se reducen las visitas al hospital y, por ende, el gasto sanitario.

En verano, resulta tradicional hacer vida al aire libre, expuestos a las picaduras de unos seres que inyectan su veneno en la piel, provocando, en el mejor de los casos, una erupción local. Son los insectos y, entre ellos, los himenópteros, como las abejas y avispas, son el colectivo más temido.

No obstante, además de la reacción inflamatoria que producen, estos pequeños insectos pueden provocar grandes consecuencias en personas alérgicas a su veneno. Según las estimaciones de los expertos, entre el 0,2% y el 2% de la población podría tener una reacción grave, más allá de la tradicional inflamación. Asma, conjuntivitis, diarreas, vómitos, dolores abdominales o bajadas de tensión son algunas de las peores consecuencias de la reacción alérgica que, en casos extremos, incluso puede desencadenar un shock anafiláctico y, por tanto, la muerte.

Para paliar los efectos de las picaduras, el mejor arma es la prevención. Expertos del Hospital Reina Sofía de Córdoba han diseñado una novedosa fórmula de aplicación de la vacuna contra la alergia al veneno de las abejas."Hemos demostrado que la técnica de administración es tan importante como el tratamiento en sí" aclara la doctora del servicio de Alergología del centro cordobés, Carmen Moreno.

El nuevo modelo consiste en administrar varias dosis de la vacuna en una misma visita, con lo que se "fuerza" al sistema inmume a responder de manera más inmediata. De esta forma, se acelera la aparición del beneficio terapéutico, se reducen las visitas al hospital y, por ende, el gasto sanitario.

El perfil de los alérgicos

Según Moreno, la virulencia de la alergia no depende del grado de toxicidad de las especies de insectos, sino del perfil de los alérgicos.
"Por ejemplo, la elevada exposición de los apicultores favorece el desarrollo de la reacción del sistema inmune" explica la experta y añade que las características socio-sanitarias de estos colectivos aumentan el riesgo médico. "Suelen ser personas que, debido a su edad, padecen otras patologías como hipertensión o diabetes", incide Moreno.

Por el contrario, el perfil de los alérgicos a veneno de avispa es distinto. Suelen ser más jóvenes e identificados con la práctica deportiva: senderistas, ciclistas... Así, como sostiene la doctora, la incidencia de la alergia no depende del veneno del insecto, sino del sistema inmune y las condiciones generales del paciente.

En el caso sufrir una picadura de himenóptero lo primero, según advierte la doctora, es conservar la calma y abandonar la actividad que se está desarrollando, ya que puede suponer un riesgo. A continuación, resulta conveniente acudir al centro médico más cercano, donde se administrará adrenalina al paciente. "Esta hormona controla la tensión arterial y abre los bronquios, ya que los efectos del veneno provocan asma y bajada de tesión", apostilla Moreno.

CMC ( De " Andalucía Investiga")