Clásicos infinitos III: “Frankenstein”, de Mary Shelley

5 años 1 mes antes - 5 años 3 semanas antes #6 por club-lectura
El Club de Lectura se une al ciclo de la UCO “Cienciaficcionados” y propone para esta semana la obra inmortal de Mary Shelley, “Frankenstein o el moderno Prometeo”. Escrita por su autora en 1818, ha conocido adaptaciones cinematográficas innumerables adaptaciones cinematográficas y televisivas , no sólo la novela en sí, sino su personaje principal, que, curiosamente, le roba el protagonismo y el nombre a su creador ficticio (no olvidemos que el doctor Frankenstein es el científico que le da vida, y que el monstruo en sí no tiene nombre), así como a la novela y su autora, y es que casi nadie sabe que es una obra de Mary Shelley, pero todo el mundo conoce a este monstruo. Ya desde su concepción, la historia es muy atractiva (en ella se inspiró Gonzalo Suárez para rodar “ Remando al viento ”). En una noche lluviosa, Mary Shelley y su pareja, el también escritor Percy B. Shelley, fueron a visitar, en uno de sus múltiples viajes, a su amigo Lord Byron que entonces vivía en Villa Diodati (Suiza). Allí se reunieron con otros personajes, como el médico John Polidori, y se propusieron, como buenos amantes de la literatura gótica, el reto de escribir un cuento de terror cada uno. El resultado más glorioso y perdurable es este “Frankenstein” (sin olvidar “El vampiro”, de Polidori). Lo que empezó como un divertimento terminó en uno de los mitos de la literatura, y por qué no, de la ciencia, de todos los tiempos. La autora, hija de la filósofa feminista Mary Wollstonecraft y del filósofo político William Godwin, se crió en un ambiente de muchas lecturas y educación informal pero variada. Tuvo una vida personal desgraciada, llena de pérdidas de seres queridos y enfermedades, y dicen algunos críticos que eso la llevó a escribir esta obra de final pesimista y trágico hasta sus últimas consecuencias, pero con el que dejó de ser “hija de” y “esposa de” y entró por la puerta grande en el Olimpo de los Escritores Inmortales.
Además de una novela de terror, la obra se convierte por momentos en una defensa apasionada de la ciencia (y de ahí su inclusión en “Cienciaficcionados”) :“por muy equivocadas que sean las labores de los hombres de genio, casi nunca dejan de ser beneficiosas a la humanidad”, aunque no queda muy claro cuáles son los límites, que bajo un prisma religioso quedan reducidos drásticamente (“Si no con mis preceptos, aprenda al menos con mi ejemplo, lo peligroso que es descubrir misterios que sólo Dios debe poseer”). De todas formas, el “experimento” nace bueno, nace inocente, pero es la sociedad y el contacto con ella el que despiertan el monstruo que hay en él, además del abandono de su propio padre y la falta de cariño que sufre desde un primer momento. Víctor Erice lo supo ver muy bien en “El espíritu de la colmena”. Quizá se trate de uno de los monstruos que ya ha pasado al imaginario colectivo al que llegamos a cogerle cariño, ¿o no?, sobre todo después de recreaciones tan entrañables como las de Herman Monster o Kiko Veneno para La Bola de Cristal
Os dejamos la obra completa para que la leáis a gusto y nos digáis qué os parece (para descargarla tenéis que estar registrados), y estos son los ejemplares que tenemos en la Biblioteca

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