Sobre Córdoba
La ciudad de Córdoba está situada en una depresión a orillas del Guadalquivir y al pie de Sierra Morena. Es la tercera ciudad de Andalucía más grande y más poblada tras Sevilla y Málaga. Hoy es una ciudad de tamaño medio, en cuyo casco antiguo aún podemos contemplar edificaciones con elementos arquitectónicos de cuando Córdoba fue la capital de la Hispania Ulterior en tiempos de la República romana, o de la provincia Bética durante el Imperio romano y del Califato de Córdoba durante la época musulmana, cuyos dirigentes gobernaron gran parte de la península ibérica. Según los testimonios arqueológicos, la ciudad llegó a contar con alrededor de un millón de habitantes hacia el siglo X, siendo la ciudad más grande, culta y opulenta de todo el mundo.
Mezquitas, bibliotecas, baños y zocos abundaron en la ciudad, gestándose las bases del Renacimiento europeo. Durante la larga Edad Media europea, en "Corduba" florecieron las letras y las ciencias. La ciudad contó con multitud de fuentes, iluminación pública y alcantarillado, durante la época de mayor esplendor califal.
Información turística de Córdoba
Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Diez años antes, en 1984, lo había sido la Mezquita-catedral de Córdoba. Además la Fiesta de los Patios Cordobeses fue designada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en diciembre del 2012.
Córdoba ha sido el lugar del nacimiento de tres grandes filósofos: el estoico romano Séneca, el musulmán Averroes y el judío Maimónides. También nacieron en Córdoba los poetas Lucano, Ibn Hazm, Juan de Mena, Luis de Góngora y Ángel de Saavedra, también conocido como el Duque de Rivas.
Hay que mencionar especialmente la gastronomía cordobesa, en la que se ven reflejadas influencias de las distintas culturas que han pasado por la ciudad.
Córdoba tiene un clima mediterráneo continentalizado, con influencias atlánticas. Los inviernos son suaves, aunque con algunas heladas que en ocasiones han llegado a ser fuertes, debido a su distancia del mar. Los veranos son muy calurosos, con importantes oscilaciones térmicas diarias y temperaturas máximas que, en promedio son las más altas de Europa, sobrepasándose todos los años los 40 °C en varias ocasiones y que han llegado a superar los 45 °C.