José Luis Acosta aseguró ayer en Un verano de guión que "el guionista es el profesional que tiene la continuidad más garantizada". El autor jiennense explicó que "los soportes y la logística de cara a grabar" seguirán cambiando con el paso de los años, pero "siempre se va a necesitar un texto creado por un guionista" para trasladarlo a la pantalla.

Acosta ha estado durante dos días construyendo una serie de televisión con los alumnos del curso Cómo escribir para televisión y acceder al mercado televisivo. La idea fue elegida por los propios alumnos, que "la propusieron y seleccionaron" y, a partir de ahí, estudiarán "si se puede convertir finalmente en una serie de televisión".

El guionista de series como Los ladrones van a la oficina, A las once en casa o Ana y los siete, manifestó que las series de televisión son "lo que está dando de comer a los guionistas" en los últimos años. "Ha generado muchos empleos y da dinero porque la televisión es una industria más o menos sana", apostilló. Acosta comparó la situación del medio televisivo con el cine, del que considera que está "herido de muerte".

Respecto a las diferencias entre cine y televisión, cree que "hay series mejor trabajadas y que se están arriesgando más" que algunas películas. La explicación de esto la encuentra en que en televisión "se intenta abarcar un público más joven y consumista", por lo que se hacen "productos más novedosos". "Hay una cierta sensación de que se está arriesgando y se están haciendo series inhabituales, como ha sido hasta ahora", afirmó.

Acosta también encuentra diferencias entre la televisión y el cine en "los tiempos de trabajo". "En el cine se manejan ideas y conceptos más personales, te involucras de otras manera y se busca mucho más la calidad", explicó. Por otra parte, en la televisión "se busca la eficacia buscando siempre a la audiencia", mientras que en el cine "al primero que le tiene que gustar es a ti y después al público".

José Luis Acosta tiene una de las carreras más interesantes como guionista de televisión en España en la actualidad. Además, ha trabajado en el cine, donde dirigió la película Gimlet en 1995 y No dejaré que no me quieras en 2002.