Manuel Pimentel, presidente del Consejo Regulador Montilla Moriles, señaló hoy en Fuente Obejuna, en el marco de los Seminarios Fons Mellaria, que a raíz de los últimos resultados de ventas, en los que se observa un descenso en el consumo de fino, es necesario que en la provincia "acordemos entre todos qué queremos vender"
Pimentel, subrayó durante su intervención en el curso "Cultura empresarial: nuevos modelos de gestión y administración de empresas", que el márketing, cada vez más, está obligando al sector vitivinícola, a vender la "singularidad, el aroma, los valores y el estilo de vida que transmiten y representan los vinos andaluces". En definitivas cuentas, las campañas publicitarias para vender los caldos cordobeses, y andaluces en general, "deben ponderar nuestra propia singularidad", apuntó.
"Nuestros vinos, además de marca y nombre consolidados, deben significar parte de la cultura andaluza milenaria, parte de la singularidad y del estilo de vida de la tierra, cosa que no hemos logrado - puntualizó- a raíz de los últimos resultados que nos muestran la subida del consumo del tinto de calidad y la bajada del consumo del fino, cuando éste es un vino más exquisito y delicado".
Así mismo, Pimentel destacó que "el vino de Córdoba es un caldo profundamente singular, a pesar de la crisis que ha sufrido, que el márketing tiene que reforzar". En este punto explicó que los vinos cordobeses, y andaluces en general, tienen una singularidad exclusiva en el continente europeo; porque mientras que en Europa existen dos tipos de vino, el tinto y el blanco, que son vinos de crianza y se producen de la misma manera - se introducen en una bota y se deja pasar los años- en los andaluces, nace de forma espontánea la levadura, que es la que da la característica al fino, que es endógena nuestra y no existe en otros lugares. Así, en la producción los vinos andaluces corren la escala, se van llenando de criaderas desde las más nuevas a las más antiguas, hasta llegar a la solera; lo que hace que por el procedimiento y forma de elaborarse, nuestros caldos sean vinos únicos. Por tanto, insistió Pimentel, "la campaña de marketing de nuestros vinos debe ponderar nuestra propia singularidad".
Por otro lado, Pimentel también hizo referencia en el curso al mundo editorial, que catalogó como "un mundo muy complejo que no va a tener nunca fin, porque la gente tiene que consumir ficción, belleza...". No obstante, dejó claro que el editor tiene que mantener un equilibrio entre la calidad, a la que está obligado, y el gusto de las personas que quieren leer". "El editor tiene que hacer belleza y venderla, pero no nos podemos centrar en la parte romántica y olvidar la parte empresarial de la edición; porque el editor es un empresario si quiere sobrevivir. Y editores de un verano hay muchos pero de una vida muy pocos", puntualizó Pimental.
De esta forma, el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles recordó la importancia cada vez más acuciante del marketing dentro de la empresa y explicó, como ejemplo de dicha importancia, que "una empresa pueda tener como único activo una marca, y todos los activos de producción externalizados si lo desea"